La importancia de saber separarse

A lo largo de 2009 se produjeron en España 98.207 disoluciones matrimoniales, de las cuales 63.209 se realizaron de forma consensuada y 34.998 de forma no consensuada (datos del INE), existen pues dos formas distintas de abordar la disolución de una pareja.

Detrás de todas y cada una de las 98.207 rupturas coexisten, entre otros muchos sentimientos, el fracaso, el sufrimiento y la tristeza. Sin embargo, ese mismo acto de manera consensuada nada tiene que ver con el drama familiar que han padecido las 34.998 familias que lo realizaron de forma no consensuada. En este segundo caso es donde los niños suelen convertirse en la parte más vulnerable de una historia con un guión que no sólo no han escrito, sino que, en la mayoría de los casos, tampoco comprenden. Su indefensión les convierte en los grandes perdedores de ese tipo de rupturas familiares.

Desde hace tiempo los mediadores, están dando a conocer desde una perspectiva constructiva y didáctica, la importancia de saber separarse, de afrontar la responsabilidad de una ruptura. Porque hasta la estadística les da la razón, hay dos formas de romper con una pareja: una donde acudiendo a mediación y con la ayuda profesional de un mediador los progenitores, verdaderos protagonistas de su separación, llegan a acuerdos consensuados por el bien de ellos mismos y de sus hijos, y otra donde los tribunales son los que deciden, previa interposición de demandas y denuncias como única forma de comunicación.

Nuestro mensaje cuenta hoy con una joven portavoz. Por una vez, los mayores nos callamos y damos la palabra a quien más necesita ser escuchado una vez que surge una posible ruptura familiar.

María es una niña de 6 años. Y esta es su historia: www.ammediadores.es